La práctica de yoga, ayuda a los niños a aprender a relajarse a través del control de la respiración. Esto constituye una herramienta muy importante para los niños porque les aporta bienestar, favorece el control de impulsos y la canalización de su energía.
Además, a través del yoga se ejercita la concentración. Los niños, practican ejercicios que requieren relajación y concentración, aprenden a autorregularse y aplican este estado a otros ámbitos de su vida.
Además, les aporta un equilibrio emocional y conocimiento y control de sus sentimientos. El yoga mejora la autoestima y confianza en sí mismos.
A continuación, os dejamos un vídeo dónde se explican una serie de posturas para realizar el SALUDO A LA LUNA, idóneo para realizar con los peques después de un día intenso para relajarnos, terminando así un día tranquilo.